El Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) es un trastorno del desarrollo neurológico, caracterizado por deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social en diversos contextos, con patrones restrictivos y repetitivos de comportamientos, intereses o actividades, cuyos síntomas han de estar presentes en las primeras fases del período de desarrollo, los cuales causan un deterioro clínicamente significativo en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento habitual, el cual puede asociarse a déficit intelectual, deterioro del lenguaje, una afección médica o genética, un factor ambiental conocido o a otro trastorno del desarrollo neurológico, mental o del comportamiento (1).
Las manifestaciones clínicas son diversas y existe un gran número de trastornos asociados, como epilepsia, discapacidad intelectual, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, trastornos del sueño, ansiedad y depresión, además de frecuentes signos y síntomas gastrointestinales (SGI), tales como estreñimiento, diarrea y enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Con relación a los SGI, es indispensable su diagnóstico precoz, ya que su tratamiento estaría indicado únicamente en casos excepcionales de estados nutricionales carenciales o cuando exista una deficiencia documentada de alguna vitaminas y/o intolerancia a algunos elementos, como por ejemplo el gluten y la caseína, esto a pesar de que algunos grupos proponen que esto podría explicar etiopatogénicamente al TEA por una deficiente absorción intestinal, lo cual favorecería que neuropéptidos derivados de las proteínas de trigo, cereales y leche de vaca llegaran al cerebro y ejercieran un efecto neurotóxico (2).
De allí, que se ha creado un nuevo test para realizar con rapidez y precisión la temprana detección de los SGI en los pacientes con TEA, tal como fue publicado en el Journal of Autism and Developmental Disorders en Enero 2019 (3).
Ellos desarrollaron un breve cuestionario para ser llenado por los padres o representante para poder identificar rápidamente a los niños con TEA quienes presenten SGI y de esta forma poder ser orientados correctamente.
En dicho estudio, plantean la necesidad del diagnóstico rápido de SGI en el TEA, debido a su alta incidencia y su relación con problemas de conductas, lo cual coincide con lo encontrado en otras revisiones (4), tomando en cuenta además la dificultad que frecuentemente presenta este tipo de paciente, la de poder manifestar adecuadamente su malestar o sintomatología, por su grave dificultad en la comunicación.
Por tal motivo, elaboran un cuestionario breve a los padres de pacientes con TEA, el cual se diferencia de otros por lo corto y rápido del mismo, basándose en la historia de SGI del paciente, tomando en cuenta si había presentado en los últimos 3 meses, el pasado ano o alguna vez varios signos y síntomas, tales como dolor abdominal, náuseas y distensión abdominal, además de la consistencia y frecuencias de las evacuaciones.
El mismo, fue realizado en 131 pacientes con diagnóstico de TEA, de los cuales 82.4% fueron del sexo masculino, siendo el 43.4% no verbales, usando un cuestionario de 17 preguntas relacionadas a síntomas y/o signos de SGI, obteniendo una sensibilidad del 84%, una especificidad del 43% y un valor predictivo positivo del 67% luego de ser referidos al Gastroenterólogo Pediatra, siendo el estreñimiento el signo más frecuentemente encontrado (35.1%), seguido de reflujo gastroesofágico (20.8%) y diarrea (5.3%), diagnosticándose el problema por primera vez en 32.9% de los pacientes encuestados, mientras que el 64.% ya habían sido reconocidos de haber presentado previamente los SGI.
Se tomó en cuenta las funciones motoras y la conducta de los pacientes, donde se encontró en el 40.5% de los pacientes atragantamiento, tos o el realizar sonidos durante o después de tragar o con las comidas, relacionándose esto, hasta en el 89.7% de los casos a SGI, sobre todo a reflujo gastroesofágico, al igual que otros actos motores, tal como que el niño incline la cabeza hacia un lado y/o arquee la espalda, empuje su abdomen con las manos y/o contra los muebles.
La importancia de este corto cuestionario, sobre todo en el niño no verbal, es que podría reducir el tiempo de diagnóstico de los SGI y el costo en el tratamiento, favoreciendo la mejor evolucion del paciente con TEA.
BIBLIOGRAFIA
1-Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-5™. Asociación Americana de Psiquiatría.
2
2-Guía de buena práctica para el tratamiento de los trastornos del espectro autista. REV NEUROL 2006; 43 (7): 425-438.
3
3-KaraG. Margolis, Timothy M. Buie, Anna E. Silberman et al. Development of a BriefParent-Report Screen for Common Gastrointestinal Disorders in Autism SpectrumDisorder. Journal of Autism and Developmental Disorders, January 2019. Volume49, Issue 1, pp 349–362.
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