martes, 14 de agosto de 2018

¿Cómo manejar conductas impulsivas en los niños?



La impulsividad es una manera de responder ante determinadas situaciones, motivo por el cual, los niños que la presentan pueden manifestar ciertas dificultades, tales como mantener la atención durante un tiempo prolongado, responder apresuradamente una pregunta, orden e instrucción, muchas veces no verificando su repuesta.
De allí, que para modificar una conducta impulsiva debemos:
1.    Identificarla. Una conducta es considerada impulsiva cuando se lleva a cabo sin medir las consecuencias o resultados (frecuentemente considerados como negativos) y cuando no tiene un objetivo claro para el que la realiza.

No es conducta impulsiva aquella que se realiza para llamar la atención o establecer una lucha de poder o algún beneficio material.

2.    Establecer normas para que el niño sepa en cada momento qué debe hacer y qué no debe hacer.

3.    Las instrucciones deben ser claras, específicas y comprensibles (lenguaje adaptado al niño y haciendo uso de términos concretos y sencillos).

4.    A la hora de dar órdenes, no deben entrar en contradicción unas con otras, deben ser cortas, en un número reducido (si se proporcionan muchas instrucciones, el niño necesitará más tiempo, recursos, etc., para poder seguirlas). Deben darse  de una en una y espaciadas en el tiempo.
Importante: No deben acompañarse de contacto físico instigador.
5.    Cuando se va a un lugar en el que hay muchas personas, es conveniente darle algunas pautas breves, claras y concretas de comportamiento.
Si se muestra agitado en un lugar público por el exceso de estimulación, llevarle a un lugar tranquilo, y dejar que se calme.
6.    Reforzar su esfuerzo y señalarle que es capaz de seguir las reglas.

7.     Comunicarle con antelación cualquier cambio de rutina.

8.    Enseñarle a resolver situaciones problema por medio del modelamiento de conductas positivas (posibles alternativas y soluciones).

9.    Fomentar la participación en actividades, deportes o disciplinas que promuevan el control de impulsos (yoga, natación, artes marciales, entre otros)
El objetivo es que el niño, en un entorno con diversos estímulos, algunos desordenados, otros deseados, otros rechazables, etc., intente aprender a seguir instrucciones, demorar la gratificación y controle el primer impulso.

Referencia Bibliográfica
Buela-Casal, G., Carretero-Dios, H. y de los Santos-Roig, M. (2002). El niño impulsivo. Estrategias de evaluación, tratamiento y prevención. Madrid: Pirámide.

Resumen realizado por:
Psic. Andreina Castro Morales
Esp. En Terapia de la conducta infanto-juvenil
@psicoacastro

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